SOSTENIBILIDAD EN EL HOGAR
LA VANGUARDIA DOMINGO, 18 ABRIL 2010 DINERO 35
Ya que en una construcción soterrada el tejado está cubierto de tierra, ¿por qué no aprovechar el terreno para cultivar un huerto o bien para plantar plantas? Así, también se consigue un mayor aislamiento térmico.
Un jardín huerto
en el tejado
INMOBILIARIO
Vivir bajo tierra en plena naturaleza
Al soterrar una vivienda se consigue un mayor confort climático y menor impacto visual
Lorena Farràs Pérez
A
unque en un inicio pueda parecer estrambótico, en realidad, no lo es tanto. Las construcciones
soterradas, junto con las cuevas, fueron de las primeras viviendas que dieron cobijo al hombre en la prehistoria. Y se siguen usando en la actualidad, aunque son más bien una opción poco extendida.
Vivienda subterránea ubicada en Teruel (Aragón) y construida por el estudio de arquitectura Arché Taller (Madrid)
liar en un lugar aislado no es un modelo sostenible”, explica Anna Manyes, de AuS. La arquitecta argumenta que los inquilinos tendrán que hacer un uso constante del coche, entre otros motivos.
Otras de las desventajas son la humedad, la luz y la ventilación. Aunque todas son de fácil solu-
Su punto fuerte es su buen comportamiento climático. Al ser subterráneas, su temperatura media es más constante y suave que la del exterior: en invierno hace menos frío y en verano no hace tanto calor. Por otro lado, la tierra es un material aislante de primera, con lo que se evitan pérdidas o infiltraciones no deseadas. Pero su gran baza es su gran inercia térmica. Es decir, cuesta que se calienten o se enfríen, pero una vez conseguida la temperatura de confort deseada, esta se mantiene durante un mayor periodo de tiempo. Es justamente por este último motivo que Coque Claret, arquitecto de la asociación Arquitectes i Sostenibilitat (AuS) –que pertenece al Col·legi d’Arquitectes de Catalunya–, aconseja usar estas viviendas como primeras residencias.
La ventaja más evidente de este tipo de construcciones es su bajo impacto visual. Según el arquitecto José María Rubio, propietario del estudio Arché Taller (Madrid), lo que se pretende es “construir con la naturaleza y vivir en harmonía con ella”. Debido a su bajo impacto visual, Rubio opina que la arquitectura subterránea es “especialmente recomendable para grandes proyectos, sobre todo bodegas, debido a sus necesidades climáticas”.
Rubio cuenta ya con varias experiencias en viviendas soterradas. En la imagen se puede observar un proyecto suyo realizado en Teruel (Aragón). Se trata de una vivienda particular que fue construida aprovechando una depresión en el terreno. En estos momentos, Rubio está trabajando en un proyecto en La Rioja que integra en un mismo inmueble un albergue, un restaurante y un resort.
Otra característica de la arquitectura subterránea es la gran robustez de las construcciones. Las viviendas son muy resistentes a cualquier inclemencia meteorológica y tam-
ción. Para la primera, basta con impermeabilizar bien las paredes, suelo y techo. En cuanto a la luz, existen modos para captarla. En el proyecto de Aragón, Rubio usó claraboyas y tubos de luz para iluminar las diferentes estancias. En este sentido, también es importante ubicar la entrada hacia el sur y que esta tenga grandes ventanales para aprovechar al máximo la radiación solar. Y en cuanto la ventilación, existen varias soluciones, como crear un patio interior, una chimenea solar o bien una torre de ventilación. Por otro lado, sin precisar la cantidad, Rubio afirma que en un principio sale más caro construir una vivienda subterránea, aunque la diferencia se recupera rápidamente gracias al ahorro en climatización.
Son construcciones muy robustas y que se comportan mejor ante fenómenos
como los terremotos |
bién a otros fenómenos como los terremotos.
Pero no todo son ventajas. Este tipo de vivienda sólo es posible en zonas rurales y, principalmente, en lugares aislados. Es por esto que en AuS no son muy partidarios de los hogares soterrados. “Construir una vivienda unifami- |
CURIOSIDADES
LA ARQUITECTURA TROGLODÍTICA
A la arquitectura subterránea también se la conoce como troglodítica, aunque ya nada tenga que ver con las cavernas prehistóricas. Además de las viviendas soterradas, dentro de la arquitectura troglodítica están también las casas cueva, que aprovechan concavidades subterráneas o entre rocas. Este tipo de construcciones se pueden encontrar fácilmente en zonas como Menorca o Granada. En su inicio, muchas de estas viviendas fueron construidas a pico y pala por familias humildes que aprovecharon los recursos de la naturaleza para crear su hogar. Pero los tiempos han cambiado y ahora hay quienes las han convertido en alojamientos de lujo. En algunas zonas, como en Guadix (Granada), incluso se han convertido en un gran atractivo turístico.
En Catalunya, un ejemplo emblemático de arquitectura troglodítica es el Puig de la Balma, en Mura (comarca del Bages). Balma en catalán significa “roca que sobresale de una pared rocosa y forma una cavidad debajo”. Se trata de una masía del siglo XII que ofrece hospedaje como residencia de agroturismo.
Existen casas cueva de auténtico lujo
RENAUD VISAGE / GETTY
Con todas su ventajas y desventajas, el arquitecto de Madrid –un gran defensor de este tipo de construcciones– afirma que cada vez recibe más peticiones de proyectos subterráneos. Dentro de un mercado muy reducido, se trata de una pequeña tendencia al alza y así lo demuestra también la existencia de Biovivienda, empresa que se dedica a construir urbanizaciones de casas soterradas.